La Isla Holbox está ubicada al norte de la península de Yucatán en Quintana Roo. Es un sitio ideal para desconectarse del mundo, relajarse y sobre todo disfrutar de las hermosas playas de aguas turquesa y arena suave que nos brinda.
La única manera de llegar es por medio de un ferry que parte desde el pueblo de Chiquilá. Isla Holbox tiene una amplia variedad de hospedajes como cabañas rústicas, búngalos, hoteles boutique o camping.
Actividades
Esta isla ofrece increíbles actividades, entre ellas está el avistamiento y nado con tiburones ballena, actividad que se practica preferentemente entre los meses de julio y agosto. La Isla Holbox cuenta con una gran variedad de flora y fauna marina, lo que la hace el sitio perfecto para hacer snorkel o kayak y disfrutar de la hermosa vista de sus arrecifes.
Ya en tierra, hay algunos lugares en donde se puede montar a caballo; también se pueden realizar caminatas por las playas Grande, Punta Cocos o Punta Mosquito, durante el amanecer o el atardecer, cuando el sol haya disminuido. De la misma manera se pueden realizar picnics a la orilla del mar para disfrutar de la brisa marina, la playa y el alucinante paisaje, por supuesto siempre hay que recordar recoger la basura y depositarla en el cesto más cercano.
Los amantes de las aves no se querrán perder esta isla, ya que cuenta con una increíble variedad de estas, por lo que al caminar por la playa se podrán encontrar algunas especies muy hermosas y llamativas.
Al realizar un recorrido por las calles de la isla, podrás observar impresionantes obras de arte plasmadas en los edificios de la zona. Al hacer este recorrido se pueden encontrar diversos comercios y vendedores ambulantes, donde es posible realizar compras de recuerdos, artesanías y antojitos.
Hay que recordar que para trasladarse en esta Isla solo están disponibles carritos de golf, motos o bicicletas, siendo muy poco probable el encontrar un coche.
Bioluminiscencia
Uno de los atractivos más grandes de la isla es la bioluminiscencia marina, este fenómeno es muy raro y los lugares del mundo en donde se puede apreciar son muy escasos. Para disfrutarlo es necesario estar completamente a oscuras, lejos de las luces artificiales; los meses más recomendables para ello son de agosto a diciembre, con una ligera disminución en septiembre.
