“La Bestia” es el nombre que recibe el transporte ferroviario de carga de combustibles, materiales y otros insumos de México. Ese es su objetivo principal, pero la cruel realidad es diferente. Ya que éste, es el medio de transporte utilizado por la mayoría de los migrantes, principalmente salvadoreños, hondureños, y guatemaltecos. Que quieren cruzar nuestro país para llegar a Estados Unidos y tener una mejor calidad de vida.
No es un viaje como cualquier otro. El recorrido es extremadamente peligroso a pesar de ser la opción más rápida y barata de cruzar nuestro país hacia Estados Unidos. Y nuestro país no autoriza este tipo de acciones. Desafortunadamente, no solo existe la inseguridad por parte del trayecto peligroso, sino también aumenta por la presencia de grupos dedicados al narcotráfico, que son quienes controlan las zonas por las que debe atravesar el tren. Los indocumentados se arriesgan a robos, el peligro que corren por quitarles zapatos o comida y en algunos casos, termina con finales fatales.
El recorrido no es corto, ya que incluso puede durar meses, meses en los cuales no se les brindan las atenciones, ni los servicios, ni siquiera los básicos. Un mes que parece ser eterno, se deshidratan, pasan hambre, no duermen. Sin embargo, lo anterior no es impedimento para que sigan luchando por el sueño americano.
No todo está perdido, ya que en el camino, específicamente cuando el tren pasa por el Estado de Veracruz, un grupo de mujeres se solidariza con los viajeros latinoamericanos, y mientras el tren sigue en marcha, les lanzan un poco de comida, ya sea un poco de arroz, frijoles y tortillas. Y los indocumentados agradecen este gran gesto por medio de gritos y movimientos de manos. Cabe mencionar que al final del recorrido, debido a las condiciones peligrosas del trayecto, la inseguridad, delincuencia, cuestiones de salud, menos del 50% de indocumentados logran llegar a su destino. Los documentados que logran cruzar, corren el riesgo de ser deportados a su país en cualquier momento.
