El viaje no empieza necesariamente en el momento que llegas a tu destino, no. Un viaje empieza en el momento en que soñamos con visitar una ciudad, un estado o un país. Comienza desde que lo planeamos, en el momento en el que decidimos aventurarnos. Esto también nos trae un montón de emociones que lo convierten en una experiencia imborrable, es ahí donde el viaje comienza.
Y desde este momento también comenzamos a motivarnos y eso es lo que nos impulsa a explorar, aventurarnos y aventarnos a lo desconocido, a nuevas culturas, paisajes y pueblos.
Te detallo las fases de la víspera de los viajes, que incrementan nuestra motivación y las emociones que ellas conllevan:
- Inspiración: Es la parte más emocionante del viaje: soñar con el destino. Nos sentimos enérgicos, felices y satisfechos de escoger ese viaje que nos hace tanta ilusión.
- Emoción cuando los planeamos: investigar en internet todas las cosas que podemos hacer en el lugar que visitaremos es como ya estar viajando, pues desde ahí nos sentimos emocionados, aunque también nos genere nervios y ansiedad porque pues debemos cuadrar presupuesto, priorizar entre todas las alternativas, buscar opciones, etc., Todo detalle cuenta.
- Ansiedad cuando hacemos las maletas: puede llegar a ser un poco estresante, acomodar todo en la maleta, cuidar que no se exceda de peso, volver a verificar que hemos tenemos lo necesario, cambiar de opinión, desarmar todo y volver a empacar
- Alegría cuando estamos a punto de abordar: nos damos cuenta de que ya no hay marcha atrás y que por fin, después de planificación y todo lo que conlleva, iniciamos el viaje que tanto esperamos.
- Sorpresa al descubrir todo lo que hay por ver: ¡nuestra decisión más difícil de todo el proceso! ¿Seguir el itinerario establecido o tomar el riesgo e improvisar?
- Agotamiento cada noche: como diría el buen viajero por excelencia, Alan Estrada camina, camina, camina, gástate los pies. Despierta temprano y vuelve tarde al hotel, eso es todo.
- Tristeza cuando nos toca regresar: porque ese es el fin del ciclo del viajero. Tarde o temprano deberás volver a casa. Lo importante es que no permitas que un viaje pase sin dejar una huella en tu vida, por más largo o corto que sea debes aprovecharlo al máximo.
Pero nunca te desanimes, en tu próximo viaje te espera lo mismo.
María José Zaragoza Fuentes
